Ir al contenido principal

GRECIA Tiempos primitivos

                                        GRECIA

Grecia:

Situación geográfica
Se encuentra situada en la zona Oriental de mar Mediterráneo, en el extremo de la península de los Balcanes, 
La antigua Grecia, comprendía dos regiones principales: la continental (formada por la Hélade y el Peloponeso) y la insular.
La Grecia continental limitada al norte con una linea imaginaria trazada entre el golfo de Ambracia y el monte Olimpo. El territorio de la Hélade termina al sur, en el istmo de Corinto, estrecho cordón rocoso que lo une a una península, el Peloponeso (Isla de Pélope); ésta se interna en el mar Mediterráneo, con forma semejante a una mano abierta. La Grecia continental limita al este con el mar Egeo y al oeste con el mar Jónico.

El país es pequeño, mide cuatrocientos kilómetros de largo por doscientos de ancho; el territorio muy accidentado. Altas cadenas de montañas cruzan el suelo de distintas direcciones; de norte a sur se encuentra el Pindo que divide a Grecia en dos vertientes: la oriental erizada de macizos, que dejan entre sí amplios valles, los que descienden hasta el mar y terminan en costas muy irregulares, que favorecen el refugio de las embarcaciones. La occidental sólo posee estrechos valles, sin salida al Jónico, cuyas costas no permiten la formación de puertos naturales.
De esta manera, el país quedaba dividido por la propia naturaleza, en diversos cantones asilados, cuyos habitantes vivían en constante acecho, temerosos de sus vecinos.
Los picos más importantes del Pindo son: El Olimpo, donde según la creencia popular, residían los dioses, el Helicón, destinado a las Musas, y el Parnaso montaña de Apolo.


Entre las distintas regiones que formaron la Grecia continental se hallaban Tesalia, Etolia y Beocia. Por su trascendencia histórica se distingue la península del Ática con su capital en Atenas.

 La región central del Peloponeso la ocupa una gran llanura llamada Arcadia. Al sur se levantan nuevas cadenas de montañas, cuyo pico más alto es el Taigeto; al este estaba la Laconia, con su capital Esparta.

Grecia insular. Las montañas prolongan bajo las aguas y emergen formando gran cantidad de islas que, observadas a los lejos, bajo los rayos del sol, semejan bloques de mármol flotando sobre las cristalinas aguas del mar.
 En el Egeo y al norte del Ätica se encuentra la gran isla de Eubea; más al sur, el archipiélago de las Cíclidas, entre cuyas islas mencionaremos; Delos, conocida por el santuario de Apolo, Naxos, donde abundaban los naranjos, y Paros, famosa por sus mármoles. Al este pueden observarse las Espóradas (esparciadas) y muy próxima al Asia, la isla de Rodas.
 En el mar Jónico se hallan, entre otras, las islas de Corcira e Italica, y al sur del Peloponeso, la de Citerea.
 El clima de Grecia es, en general, templado, los calores del verano son atenuados por la fresca brisa del mar, y el invierno no es muy riguroso. De junio hasta agosto, sopla el bóreo o viento del norte, que despeja las nubes y permite brillar el sol; a fines de agosto se levanta el céfiro, que origina tormentas breves, acompañadas por las lluvias copiosas que anegan los valles.
 Sin embargo, las precipitaciones no duran mucho, porque aclara rápidamente y a las pocas horas el cielo se presenta límpido y puro. La mayor parte del año puede respirarse mayor aire perfumado, que unido a las transparencia de la atmósfera y a la temperatura agradable, hacen grata la vida al aire libre.
 Las producciones del país eran escasas. El cultivo requería muchos esfuerzos: se cosechaban la vid, el olivo y el trigo. Este último en cantidad insuficiente para satisfacer el consumo, por esto debían importarlo. Además se dedicaron a la cría de cabras y ovejas, de las que obtenían carne, leche y lana. La apicultura y la pesca compensaban los escasos rendimientos de la tierra.
 El subsuelo produjo material de construcción, especialmente mármol blanco y piedras calizas. En las regiones montañosas se extraía plata, oro y plomo, aunque no en forma abundante.


Civilización Egea

El mar Egeo, situado al noreste del Mediterráneo, baña al norte las costas de Macedonia y Tracia, al sur la isla de Creta, al oeste la Grecia continental y al este el Asia. Dentro de ese perímetro emergen numerosas islas rocosas, que son prolongaciones del relieve terrestre. La mayoría son pequeñas y están cruzadas por ríos que se precipitan en el mar. 
 Las producciones eran escasas y los pobladores de esta región, favorecidos por el clima propicio y la proximidad de una isla con otra, se dedicaron a la navegación y establecieron activo comercio con Egipto y Asia Menor.
 En épocas muy remotas, las islas del mar Egeo y la porción meridional de la península balcánica estaban habitadas por los hombres bajos, robustos, de cabello negro y tez bronceada, vivían de la caza y la pesca e históricamente se conocen con el nombre de pelasgos. Estos hombres pre-helénicos o antecesores de los griegos, en sus continuos viajes marítimos se relacionaron con los egipcios y también con pueblos del Asia Menor. Asimilaron sus enseñanzas, pero crearon una cultura propia, llamada civilización egea.
 El escenario inicial fue la isla de Creta, que por su situación geográfica se convirtió en el primer eslabón que unió Europa con el Oriente.
 El descubridor de esta civilización pre-helénica fue el arqueólogo alemán Enrique Schliemann, quien obsesionado por los relatos homéricos, se dedico con ahínco a las excavaciones. En 1875 descubrió las ruinas de Troya, en las cercanías del estrecho de los Dardanelos (Asia Menor), donde encontró numerosos objetos de alfarería de bronce y joyas de oro.
 Los científicos de la época no dieron mayor trascendencia al descubrimiento. Sin embargo, Schliemann, pasó a Grecia y sorprendió al mundo al encontrar las ruinas sepultadas de Micenas y Tirinto (1876).


Civilización cretense o minoica

Sabemos que el primer foco de la civilización egea brilló en la isla de Creta. Hacia el año 3000 (a.C) sus habitantes estaban en a edad de piedra; luego -por influencia de los egipcios- trabajaron el bronce y emplearon la rueda de alfarero y el horno para fabricar sus vasijas. A partir del año 2000 (a.C) construyeron en la isla los primeros palacios, como los de Cnosos, en la costa del norte y Faístos, al sur. Carecían de murallas protectoras, aunque no estaban indefensos, porque los reyes cretenses tenían una armada muy poderosa y un ejército aguerrido.
El desarrollo comercial produjo la aparición de la escritura tipo jeroglífica, en la cual es muy probable la influencia egipcia. Arthur Evans distingue ciento treinta y ocho tipos de signos diferentes.
 Por el año 1700 (a.C) se produce una revolución que provoca el hundimiento de este proceso cultural; los palacios fueron destruidos y el caos imperó en el territorio. Hacia el 1650 (a.C) la unidad política se restableció con el legendario rey Minos, que gobernó en la ciudad de Cnosos y luego extendió su poderío hasta la península helénica, islas del mar Egeo y costas de Asia Menor. Este período también se conoce con el nombre de civilización minoica. 
No se sabe con certeza el origen de esta revolución, pero probable que se debiera al descontento del pueblo por las crisis mercantiles, consecuencia de las invasiones indogermanas.
 Vuelven a surgir los monumentales palacios de Cnosos y Faístos, aún más suntuosos que los anteriores, con los que se inicia un nuevo renacimiento. Su poder se cimentó en el predominio marítimo o talasocracia.
 La primitiva escritura jeroglífica cayó en desuso y apareció otra de carácter lineal y fonético, pues los signos representaban sonidos. Escribían con punzones sobre tablillas de arcilla. En el siglo xv (a.C) el alfabeto estaba muy simplificado y constaba de sólo sesenta y cuatro signo.

Organización política y social

Estaban gobernados por reyes (Minos) que tuvieron por emblemas a flor de lis, el cetro y el hacha de filos. Tenían la mayor autoridad en el orden político, religioso militar.
 Las clases sociales comprendían los nobles -especialmente propietarios de barcos-, los agricultores, artesanos y por último los esclavos.
 Las mujeres tenían un papel destacado en la vida familiar (matriarcado), podían participar en las competencias atléticas y también alcanzar el alto grado de sacerdotisas.
 Religión. En sus comienzos, los cretenses fueron fetichistas y adoraban las piedras sagradas (betilos) y la doble hacha (labrys). Luego practicaron -al igual que los egipcios- la zoolatría y el antropomorfismo, rendían culto a los animales considerados sagrados y representaban a los dioses con forma humana. Posteriormente, las creencias se centralizaron en una trinidad integrada por la Diosa Madre (Dictyna) principio de todo lo bueno y lo mano, su hija (Britomartis) que se mantenía siempre joven, y su hijo (Velchanos) dios de la fertilidad.
 El divino esposo de la Diosa Madre era el Minotauro, monstruo mitad hombre y mitad toro, que como aquélla, moría en otoño y renacía en primavera. Rindieron culto a los muertos y creyeron en la vida de ultratumba.
 El arte. En arquitectura se destacan los magníficos palacios de piedra erigidos en las ciudades de Cnosos y Faístos.
 En pintura estilizaron los elementos de la naturaleza, especialmente marinos (peces, moluscos, algas) y con ellos decoraron paredes de los palacios y los vasos de cerámica.
 Los alfareros de Cnosos modelaron hermosas vasijas, de finísimo espesor. Las encontradas en Karamarés (Monte Ida) eran tan delgadas como "cascaras de huevos" y por su perfecta terminación fueron muy apreciadas por los egipcios.
 Hicieron pequeñas estatuas de marfil, bronce y oro, que se distinguen por su delicadeza, aunque carecen de expresión.
 El comercio. debido a la estratégica posición geográfica de la isla y con el auxilio de su poderosa flota, los cretenses comerciaron con Egipto, Asia Menor, Chipre, Islas del mar Egeo, Sicilia y costas de España.
 Practicaban el intercambio de los productos y exportaban vinos, aceites, telas, objetos de cerámica y bronce, etc.
 Costumbres. El pueblo habitaba en casas de dos o tres pisos, construidas con ladrillos secados al sol, y terminadas en terrazas. Las distintas ciudades estaban comunicadas por excelentes caminos.
 En los patios laterales de los palacios construyeron los primeros teatros al aire libre, donde los espectadores se ubicaban en graderías de piedra. Podían presenciar carreras a pie, pugilatos, corridas de toros o demostraciones acrobáticas sin herir al animal, danzas gimnásticas y representaciones religiosas.
 Periódicamente se realizaban ceremonias religiosas que encabezaban las sacerdotisas con sus cánticos, y en las que se sacrificaba un toro en homenaje a los dioses.
 Para acompañar las danzas inventaron cítara y la flauta.

Civilización Creto-Micénica

 Aproximadamente por el año 1800 (a. C), mientras los cretenses desarrollaban su cultura, pueblos de raza aria -llamados posteriormente helenos- abandonaron la región del Danubio y avanzaron sobre Grecia.. Poco sabemos sobre el origen de estas agrupaciones, aunque podemos afirmar que eran nómadas y de escasa cultura, vivían en la edad de piedra. Posiblemente procedían del Asia Central y su aspecto físico indicaría una cruza con europeos nórdicos.
 Los primeros en invadir el territorio fueron los aqueos, que se impusieron a los antiguos habitantes (pelasgos, lélegos) y se ocuparon la zona de Tesalia. Luego pasaron el istmo de Corinto y se establecieron definitivamente en el llanura de Argos, en el peloponeso.
 Entraron en relación con los cretenses y construyeron poblaciones fortificadas, tales como las de Micenas y Tirinto. Los aqueos estuvieron sometidos por muchos años al dominio de Creta y asimilaron sus enseñanzas, pero impusieron una cultura propia. Micenas fue el centro de este proceso, conocido históricamente con el nombre de civilización creto-micénica.


La conocida "puerta de los Leones", a través de la cual se entraba en la ciudad de Micenas.


 Las ruinas de Micenas fueron descubiertas por el arqueólogo Schieman, en 1876. La ciudad se levantó sobre una colina, en la ruta obligada entre Argos y Corinto. Estaba rodeada por una muralla de diez metro de alto y cinco de espesor, construida con grandes bloques de piedra colocados sin cemento uno sobre otros. Los griegos decían que era "muros ciclópeos", eran obra de los cíclopes, gigantes que tenían un solo ojo en medio de la frente.
 En la cima de la colina podía observarse el Palacio Real, formado por un vestíbulo -cuyo techo estaba sostenido por columnas- la antecámara y el Megarón o lugar más importante, allí se conservaba el fuego sagrado, en un hogar de ladrillos. En sus proximidades, Schileman encontró numerosas tumbas y en su interior -entre restos humanos- mascarillas de oro laminado, brazaletes y pendientes del mismo metal y collares de ámbar.
 Se penetraba en la ciudad por la célebre Puerta de los Leones que en la parte superior o dintel tiene una gran piedra horizontal, de unos cinco metros de largo, por dos y medio de alto. Encima está esculpida una columna y a sus costados, dos leones de frente, cuyas cabezas han desaparecido, pero se sabe que eran de bronce. La abertura que permite el acceso es de unos tres metros de largo e igual de alto.
 Por una llanura más baja que la colina, y luego de atravesar una doble fila de grandes bloques de piedra, se llega una tumba, llamada el Tesoro de Atreo.
 A partir del siglo xv (a.C), los aqueos desalojaron a los cretenses de las rutas comerciales y conquistaron sus dominios. Este período de apogeo comenzó a declinar a partir del año 1200 (a. C), época en que se produjo la invasión de los dorios, pueblo semibárbaro y guerrero que, debido a sus armas de hierro, desconocidas hasta su época, consiguió imponerse. Arrasaron diversas ciudades, entre ellas Micenas y Tirinto.


Ocupación de Grecia por los Helenos

Los griegos siempre afirmaron que era originarios de su país y que sus antecesores eran autóctonos "como las cigarras". Esta creencia es errónea, pues la lengua y costumbres son muy semejantes a las de otros pueblos arios. También sabemos que los Helenos -invasores de Grecia- estaban divididos en cuatro agrupaciones: aqueos, eolios, jonios y dorios.
 Trataban de explicar sus orígenes por medio de una leyenda: el titán Prometeo moldeó en barro un primer hombre (Epimeteo) y le dio vida con luz divina que hurtó a Zeus. Irritado, el dios supremo encadenó a Prometeo en la cima del monte Cáucaso, para que un buitre le devorase eternamente las vísceras. Luego Zeus creó a Pandora, la primera mujer, para que fuera esposa de Epimeteo. Le obsequió diversos dones y entre ellos una caja cerrada (la Caja de Pandora); llevada por su curiosidad la abrió y como en su interior se encontraba todos los males, éstos se dispersaron por el mundo, menos la esperanza que quedó en el fondo de la caja. En el colmo de la ira, Zeus castigó a los hombres con un diluvio, del que sólo se salvaron Deucalión y su esposa. Un hijo de Decalión, llamado Heleno (al que los griegos consideraban su antepasado) tuvo dos descendientes: Doro y Eolo, y dos nietos: Ión y Aqueo. De éstos derivaron los cuatro grupos: dorios, eolios, jonios y aqueos.
 Los dorios permanecieron muchos años en Tesalia, aunque finalmente invadieron la Hélade y después de largas luchas conquistaron la mayor parte de la península. La cultura anterior quedó destruida.
 Ese gran movimiento produjo diversos cambios en el mundo helenico, pues gran parte de los aqueos, eolios y jonios se dirigieron a las islas del mar Egeo y a las costas de Asia Menor.
 Luego de sucesivas invasiones y diversas luchas, los helenos quedaron establecidos en la forma siguiente: los dorios al noreste y al sur de Peloponeso; los jonios en el Ática y en la isla de Eubea; los aqueos habitaron la Acaya (norte del Peloponeso) y los eolios diversass regiones del norte, centro y oeste de la península, tales como Beocia, Tesalia y Arcadia.


Comienzos de la colonización Griega

En el siglo XII (a. C), como con secuencia de la invasión de los dorios y de las luchas entre los diversos grupos helénicos, se produjeron migraciones colonizadoras en dirección a las islas y a las costas del Asia Menor.
 Los aqueos ocuparon las islas de Lesbos, Tenedos y el litoral norte de Asia Menor, llamando Eólida. Los jonios, las Cícladas y la región asiática denominada Jonia, ubicada al sur del rió Meandro. Los dorios se establecieron en las islas de Creta, Rodas y en la Dóride, porción sur de las costas occidentales de Asia Menor.
 Entre las colonias y la metrópoli no existía ninguna subordinación, salvo la unidad de origen y el vínculo religioso. Constituían estados independientes, pero que mantenían viva su conciencia helénica y en caso de caer bajo la opresión de un pueblo extranjero buscaban socorro en sus hermanos de raza.

Troya.
 En el Asia Menor y en las cernías del Helesponto (hoy estrecho de los Dardanelos) se levantaba la célebre cuidad de Troya, edificada a orillas del río Escamandro. Sus ruinas fueron descubiertas gracias a los trabajos de los arqueólogos Schiemann y Doerpfeld.
 Troya estaba defendida por gruesos muros de ladrillos, que formaban un sólido recinto, el cual protegía una ciudadela interior. Sus reyes obtenían grandes beneficios derivados de su posición estratégica, cobraban impuestos a las embarcaciones que traficaban entre los mares Negro y Egeo.
 La expansión comercial de los aqueos encontró un obstáculo en el poderoso reino troyano, cuyas naves -en actos de piratería- llegaban más de una vez a la costa griega. Estas cuestiones, derivadas del comercio, motivaron la guerra entre aqueos y troyanos.
 A las órdenes de Agamenón, rey de Micenas, los aqueos organizaron una fuerte coalición de pueblos helenos, quienes con una poderosa escuadra de más de un millar de naves se dirigieron a Troya, sitiaron a ciudad por espacio de diez años y finalmente la destruyeron.

                                                                            Homero, el gran poeta épico griego.
*Homero en su Ilíada afirma que el conflicto estalló por el rapto de Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta. Éste era hermano de Agamenón, quien para vengar la afrenta, organizó una flota confederada y destruyó a Troya. Esta explicación es insuficiente para justificar tan intensa lucha.

Síntesis de la guerra de Troya (y argumento de la Ilíada)

Parios, hijo de Príamo, rey de Troya oyó el connsejo de Afrodita (la diosa del amor) y se dirigió a Grecia donde rapto a Helena, esposa de Melenao (rey de Esparta).
 Para vengar la afrenta, su hermano Agamenón (rey de Micenas) reunió los ejércitos griegos y con 1.100 naves y cerca de 100.000 hombres partió rumbo al Asia Menor para destruir a Troya. Entre otros guerreros, desembarcaron al fuerte y bravo Aquiles, y al astuto Ulises. El sitio de la ciudad se prolongó por espacio de diez años.
 La Ilíada.-este poema sólo canta una breve episodio de la guerra de Troya.
 En cierto momento, Agamenón se apropió de una esclava perteneciente a Aquiles, lo que produjo una agria disputa entre ambos. Ofendido, aquiles abandonó la lucha y se encerró en su campamento.
 Alentados los troyanos, recuperaron terreno, inclinando la guerra a su favor. Entonces Patroclo se vistió con las armaduras de su amigo Aquiles y marchó al combate, pero fue muerto por Héctor, el héroe de los troyanos, quien lo despojó de las armas. Para vengar la muerte de su amigo dilecto, Aquiles se reconcilió con Agamenón y entró de nuevo en las filas de los guerreros. Héctor huyó, pero Aquiles lo persiguió y logró ultimarlo en un combate. (Fin de la Ilíada).
 Diversos poemas posteriores (La Odisea, La Eneida) explican el fin de la guerra.
  La lucha prosiguió entre ambos bandos. Paris, hermano de Héctor, logró matar  al héroe de Aquiles, cuyo único punto vulnerable era su talón, pero al frente de los griegos quedó Ulises. La ciudad de Troya resistió todos los ataques, protegida por  sus gruesos muros. Aconsejado por la diosa de la sabiduría, Ulises mandó a construir un gigantesco caballo de madera, en cuyo interior se escondieron los principales helenos, mientras que el ejército -pretextando una retirada- se embarcaba, alejándose de la zona.
 El caballo quedó solo en la plaza y los troyanos decidieron introducirlo en la ciudad como trofeo de guerra. Por la noche, mientras festejaban el triunfo, los griegos abandonaron el caballo y abrieron las puertas de Troya, para que el ejército -que había desembarcado nuevamente- penetrara en la ciudad. Esta se defendió, pero finalmente fue incendiada y sus habitantes muertos o reducidos a la esclavitud. Helena volvió a Esparta


 Síntesis  del Argumento de La Odisea

 Cuando Finalizó la guerra de Troya, Ulises -Rey de la isla de Ítaca- inició un largo  y penoso regreso, que duró diez años. Su fiel esposa Penélope lo guardaba, sin tener en cuenta a numerosos pretendientes que se disputaban su mano. Se dedicaba a tejer una hermosa tela y había prometida contraer nuevo matrimonio el día que estuviese concluida; pero todas la noches -guiada por su finalidad- deshacía  el trabajo.
Numerosas fueron la aventuras que vivió Ulises. Cuando los expedicionarios arribaron al país  de los lotófagos, algunos perdieron la memoria, pues se  con frutos de loto. Otro episodio se desarrolló en la Isla habitaba por el gigante Polifemo, que trató de matarlos, pero el astuto Ulises logró embriagarlo  y pudo escapar con sus compañeros.
 En otra  de sus andanzas llegaron al país de las sirenas, quienes con su canto hechicero atraían a los navegantes  para despezadarlos. Odiseo tapó  con sera los oídos de los tripulantes y él se hizo atar el palo mayor de la nave. En  esta forma lograron salvar la vida.
 Finalmente, Ulises llegó a la Isla de Ítaca y para no ser reconocido por los pretendientes de su esposa, la diosa de la Sabiduría lo transformó en un anciano mendigo. Se dio a conocer a su hijo Telémaco y ambos  decidieron vengarse de los enemigos.
 Cierto día, Penélope prometió matrimonio a aquel que lograra armar el arco de su esposo (que creía ausente) y atravesar con una flecha doce anillos de hierro, convencida de que nadie lograría hacerlo. Ulises solicitó tomar parte del concurso. cumplió lo estipulado y luego, ayudado por su hijo, ultimó a los pretendientes. Entonces la fiel Penélope  se convenció de que ese mendigo era su esperado Ulises, y se echó en sus brazos.

 La Edad Heroica

 La Ilíada y Odisea describen la vida de los helenos en épocas primitivas, A este periodo tan remoto se lo conoce con el nombre de Edad Heroica o Tiempos Homéricos, pues esos poemas relatan las hazañas  de personajes legendarios o héroes y describen las costumbres a partir de la invasión de los dorios (siglo XII a.C.). 
Religión: Los dioses desempeñan un papel tan  destacado como los héroes en los poemas homéricos. Residían en el nombre del Olimpo, en Tesalia, pero generalmente vivían al aire libre. La divinidad máxima la representaba Zeus, dios del cielo. Ulises es apoyado por Atenea, dios de la sabiduría. Hefaistos forja las armas de los jefes. También hay diosas que se relacionan la vida femenina. Hera representa a la amiga de las esposas fieles y Afrodita conoce los secretos del amor. 

 La guerra: La lucha bajos los muros de Troya está relatada prolijamente en La Ilíada.
 Cada guerrero griego se equipaba a sus expensas y era común  que los ricos combatieran a caballo, mientras que los pobres lo hacían a pie. Protegían la cabeza con cascos de  bronce, que sólo dejaban al descubierto los ojos y la barbilla. En la parte superior usaban la cimera, especie de penacho destinado para asustar al enemigo.
 Sobre el cuerpo colocaban una amplia coraza de bronce, que cubriría hasta el vientre; las piernas eran defendidas por las perneras, construidas del mismo metal. Fabricaban los escudos con pieles de buey, rodeados por un arco de bronce; los más grandes llegaban desde la barbilla hasta los tobillos.
 Utilizaban largas espadas de bronce de doble filo, que suspendían del hombro derecho con una correa. Empleaban lanzas hechas con madera de fresno - de unos 5m de largo- cuya punta era de metal.
 Los jefes se dirigían al combate en carros de dos ruedas, tirados por caballos engalanados. Generalmente antes de luchar se injuriaban en presencia de sus ejércitos, que observaban la escena. Cuando uno de ellos moría, sus guerreros abandonaban el campo de batalla, pues consideraban perdida la acción.
 La Vida y Costumbres: Los griegos habitaban en casas de adobe muy sencillas, rodeadas de campos que trabajaban con arados pequeños y sin ruedas. En las regiones montañosas vivían los pastores, que padecían rebaños de bueyes, cabras y carneros. Los jefes llevaban vida muy simples y se ocupaban, al igual que el pueblo, en la tarea de labranza.
 Las casas más importantes comprendían dos partes
a) El Megarón, especie de patio cubiertos destinado a las reuniones.
b) El Tálamo, patio semejante, que comunicaba con diversas habitaciones. No utilizaban ventanas ni chimeneas.
La familia dependía en absoluto del padre, quién ejercía la mayor autoridad. La esposa se ocupaba de tejer y bordar, dirigía a los sirvientes y en las reuniones se sentaba al lado de su marido.
Periódicamente se realizaban grandes banquetes, en los cuales se comían en abundancia  carne de buey o carnero, acompañada con pan y vino.

 Transformaciones hasta el siglo VI (a.C)

Los Reyes o basileus

 En los tiempos Homéricos, los helenos se reunieron en  clanes o genos, es decir, conjunto de familias descendientes de un antepasado común; posteriormente  los genos se agruparon en fratias y éstas  en trubus, ( demos). Luego -en el siglo VIII (a.C)- surgió  la polis o ciudad. En el territorio  se levantaron muchas ciudades pequeñas, cada una de las cuales construían una verdadera unidad, pues los habitantes vivían con su propios recursos y se regían por sus propias leyes. Por su carácter  independiente , cada "Polis"  era una " ciudad estado" o " Estado- comunidad ".
 Estaban gobernados por un rey (basileus) o jefe supremo, considerado de origen divino. Representaba la mayor autoridad, pues conducía el pueblo a la guerra, administraba la justicia y la presidía las asambleas. Sin embargo, su poder fue limitado por los nobles o jefes de los genos, que eran consultados por el rey antes de tomar una decisión.
Los nobles.
 A partir del siglo VII (a. C), el poderío de los nobles fue en aumento, mientras la monarquía se transformaba en una simple magistratura religiosa. Finalmente, el rey fue sustituido por un poder aristocrático-militar. El gobierno quedó en manos de un consejo integrado por nobles que se disputaban el mando en continuas luchas. El pueblo -si bien era halagado- no intervenía con su opinión. A este gobierno de nobles, ejercido por unos pocos, los griegos lo llamaron oligarquía.
 Las diferencias sociales era muy marcadas. Primero se hallaban los aristócratas, considerados eupátridas o bien nacidos; en segundo lugar los artesanos (domiurgos), que vivían de sus oficios; en tercer término los jornaleros (tetes), que eran hombres libres, pero soportaban muchas privaciones por su angustiosa pobreza.
 Por ultimo, los esclavos, clase muy numerosa -integrada en su mayoría por los cautivos de guerra- cuya vida no fue muy dura, pues recibieron buen trato.
 A causa de los audaces enriquecidos que dominaban el gobierno que oprimían a la masa laboriosa comenzó una lucha de clases. Entre los siglos VIII (a.C) al VI (a.C) se producen numerosas guerras civiles, acompañadas de crisis económicas.
 Algunos perjudicados, para evitar su exterminio, emigraron hacia diversas regiones del Mar Mediterráneo e iniciaron una segunda colonización.
 Los burgueses.
 A pesar de la anarquía imperante, el desarrollo del comercio y la industria permitió el surgimiento de la case media o burguesía (comerciantes o empresarios) que exigió a los nobles su participación en el gobierno y la mejora en las condiciones de vida.
 Los tiranos.
 A consecuencia del régimen sociales y económico impuesto por la oligarquía, surgieron los tiranos. Fueron personajes destacados, generalmente cultos y progresistas, que con apoyo de la población gobernaron según su propia voluntad. Fundaron el poder en nuevos principios y en su gran mayoría fueron hombres inteligentes, que trabajaron por el engrandecimiento de sus ciudades. Su mérito principal reside en haber puesto fin al régimen oligárquico. Sin embargo, como deseaban perpetuarse en el poder, el pueblo los remplazó por funcionarios electivos, con lo que se inició la democracia (de demos: pueblo, y kratos: gobierno).

La segunda colonización griega

 En el siglo VIII (a. C) los helenos iniciaron una nueva colonización que, si bien en principio no alcanzó mayor éxito, llegó a la plenitud de su apogeo en el siglo VII (a. C) y canalizó a mediados de la centuria siguiente, debido a la resistencia que le opusieron persas y fenicios.
 Este nuevo movimiento migratorio se explica por estas tres causas:
 A) Económicas: debido al crecimiento de desarrollo de la industria y del comercio, los griegos buscaron nuevas fuentes de materias primas y otros mercados para ubicar sus productos.
B) Sociales: En la Grecia continental y en el Asia Menor las tierras estaban en poder de los nobles, y los campesinos vivían oprimidos, gravados con pesados impuestos. El exceso de población aumentó las dificultades.
C) Políticas: para obtener mejoras en las condiciones sociales se originaron diversas luchas internas, por lo que muchos vencidos prefirieron emigrar.
 Los helenos que deseaban fundar una colonia, se colocaban bajo las órdenes de un jefe. Éste era el encargado de llevar el "fuego sagrado" o símbolo del hogar, el cual debía depositarse en el templo de la nueva ciudad, como homenaje a los dioses protectores. También solicitaban la ayuda divina, pues consultaban al Oráculo de Delfos, quien vaticinaba el futuro de la población.
 Las colonias conservaban la misma religión, las fiestas, el calendario y hasta comerciaban con la cuidad-madre, pero -desde el punto de vista político- eran absolutamente independientes. Tenían sus propias leyes y magistrados; tampoco pagaban tributos. Sin embargo, nunca se desligaron de la metrópoli y mantuvieron vivo el espíritu de su raza.
 Los grupos colonizadores partieron de la Hélade y de ciudades del Asia Menor (Éfeso, Mileto, etc.) y se extendieron en dos direcciones: a) hacia el este hasta las costas del mar Negro actual y la península de Crimea; b) hacia el oeste por la región mediterránea -especialmente Italia y Sicilia- hasta España.
 Entre las numerosas colinias establecitas en las costas del mar Negro podemos citar: Sínope, Olbia y Teodosia, poblaciones que realizaron activo intercambio comercial con Asia. Al norte del mar Egeo, en la península de Calcídica, fundaron Olinto y Potidea.
 Cuando reibana en Egipto el faraón Psamético I (XXVI dinastía), los griegos se establecieron en Naucratis, en la desembocadura del Nilo, ciudad que rápidamente se convirtió en un verdadero emporio comercial. Posteriormente, al oste del Egipto, y al norte de la costa africana, fundaron Cirene.
 En el siglo VIII (a. C), los helenos llegaron al sur de Italia y a Sicilia, zona que adquirió extraordinaria importancia y fue llamada Magna Grecia. Entre las primeras fundaciones y Siracusa. Luego se establecieron en Calabria, Síbaris y Neápolis (Nápoles).
 En la zona del Mediterráneo Occidental y en la región de las Galias (Francia) fundaron Massilia (Marsella); partiendo de ésta llegaron a Nice (Niza). Luego penetraron en España, y sus colonias fueron base de las actuales cuidades de Barcelona, Valencia y Málaga.
Consecuencia de la colonización
 La corriente colonizadora originó un amplio desarrollo del comercio y la navegación. Los helenos encontraron en las distintas regiones del mar Negro y del Mediterráneo, nuevas y fértiles tierras, cuyos productos se utilizaron para un activo intercambio comercial. En las nuevas zonas obtuvieron cereales, aceites, vinos, maderas, metales, etc., los que eran enviados a las distintas ciudades de la Grecia continental, que a su vez remitía a las colonias los productos que elaboraba.
 Paulatinamente, los griegos adquirieron la supremacía en la navegación y desalojaron a los fenicios de las principales rutas.
 El progreso económico determinó la aparición de la moneda, pues hasta esa época los griegos empleaban el trueque, o bien ganado vacuno y pieles, como medio de solvencia.
 Otra consecuencia de la colonización fue el aumento de la esclavitud, debido al mayor trabajo de la tierra. Generalmente los esclavos eran capturados en regiones cercanas al mar Negro, por navegantes fenicios que se dedicaban a ese comercio.

Comentarios

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.